En el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, reconocemos y
celebramos los derechos de las personas con autismo. La celebración de
este año llega en medio de una crisis sanitaria como no se recuerda otra
en nuestras vidas, una crisis que genera un riesgo desproporcionado
para las personas con autismo a consecuencia del coronavirus y de sus
efectos sobre la sociedad.
Las personas con autismo tienen derecho a la libre determinación, a
la independencia y a la autonomía, así como a la educación y el empleo
en igualdad de condiciones. El colapso de sistemas y redes de apoyo
vitales como resultado de la COVID-19, sin embargo, exacerba los
obstáculos a los que deben enfrentarse las personas con autismo para
ejercer estos derechos. Debemos asegurarnos de que una interrupción
prolongada causada por la emergencia no resulta en un retroceso de los
derechos que con tanto esfuerzo han defendido las personas con autismo y
las organizaciones que las representan.
Los derechos humanos universales, incluidos los derechos de las
personas con discapacidad, no deben verse infringidos durante una
pandemia. Los gobiernos tienen la responsabilidad de velar por que en su
respuesta se incluya a las personas con autismo. No debe discriminarse
nunca a las personas con autismo que soliciten atención médica. Estas
personas deben seguir teniendo acceso a los sistemas de apoyo necesarios
para permanecer en sus hogares y comunidades en tiempos de crisis, en
lugar de enfrentarse a la posibilidad de un internamiento forzado.
Todos nosotros tenemos una tarea que cumplir para asegurar que, en
este difícil trance, se atienden debidamente las necesidades de las
personas afectadas de manera desproporcionada por la COVID-19. La
información sobre las medidas de precaución debe proporcionarse en
formatos accesibles. También debemos tener presente que, cuando las
escuelas recurren a la enseñanza en línea, los estudiantes cuyas formas
de aprendizaje difieren de la norma pueden encontrarse en desventaja. Lo
mismo puede decirse del entorno laboral y del trabajo a distancia.
Incluso en estos tiempos impredecibles, debemos comprometernos a
consultar a las personas con discapacidad y a las organizaciones que las
representan, y a garantizar que nuestras formas no tradicionales de
trabajar, aprender y colaborar unos con otros, así como nuestra
respuesta mundial al coronavirus, son inclusivas y accesibles para todas
las personas, incluidas las personas con autismo.
Es preciso tener en cuenta los derechos de las personas con autismo
en la formulación de toda respuesta a la COVID-19. En el Día Mundial de
Concienciación sobre el Autismo, mantengámonos unidos, apoyémonos
mutuamente y seamos solidarios con las personas con autismo.
MENSAJE DEL SECRETARIO GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS