Vamos a proponer que nuestra Condiscapacidad: cambiaremos el
término ‘disminuido’”, ha señalado Pedro Sánchez en la
sesión de investidura, en alusión al artículo 49 de la Carta Magna, que
reza: “Los poderes públicos realizarán una política de previsión,
tratamiento, rehabilitación e integración de los disminuidos físicos,
sensoriales y psíquicos, a los que prestarán la atención especializada
que requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de los
derechos que este Título otorga a todos los ciudadanos”. Fue en
diciembre del pasado año cuando el Gobierno aprobó un anteproyecto para
reformar el lenguaje, la estructura y el contenido de este artículo,
todo gracias a la campaña #NoSoyDisminuida de la periodista Vicky Benito, además de la persuasión del Comité de Representantes de Personas con Discapacidad.
Era importante, señalaban entonces los implicados,
la inclusión del sustantivo “personas”, para abandonar por fin “esa
expresión caduca y obsoleta que se refiere a nosotros como un adjetivo”.
Explicaron que se sentían relegados del texto constitucional. Ahora
Sánchez ha renovado una promesa aún incumplida. Lo cierto es que el
concepto es problemático, quizá porque en un lejano 26 de abril de 1978
se celebraba en España el “día del subnormal” y aún hoy hay ciudadanos empeñados en seguir usando esa palabra para referirse a las personas con discapacidad, aún con las connotaciones negativas que ha adquirido en el uso popular.
Recordemos, por ejemplo, el zafarrancho que se formó con las declaraciones de Javier Nart:
“Mi mujer, durante toda su vida, ha sido profesora en un colegio de
niños subnormales. No le van a explicar lo que es eso. La
subnormalidad...”, insistió, refiriéndose a los críos con síndrome de
Down. El presentador del espacio, Jesús Cintora, dejó claro que él
prefiere usar “síndrome de Down” o “personas con discapacidad”, pero
Nart no cedió, e incluso se tomó el comentario como una afrenta personal
o una corrección, replicando que “en el tema de la subnormalidad”, la
forma de “llamarles de una manera u otra” no va a cambiar su opinión.
Más tarde, Ciudadanos pidió perdón por el desbarre.
El lenguaje construye pensamiento
Cuenta a este periódico Javier Fesser,
director de la ganadora del Goya a Mejor Película Campeones, que, a su
juicio, “el lenguaje termina formando también nuestra idea, nuestro
pensamiento; el lenguaje termina por hacer una imagen”: “Adecuarlo es
más importante de lo que muchos creen. En la película traté de evitar
cualquier etiqueta. No adjudicar a nadie una etiqueta que hable de su
mayor o menor capacidad, y eso se hace, sencillamente, tratando a cada
persona con su nombre”, expresa.
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